Actividades para hacer con niños y niñas de 0 a 3 años

ÁREA SENSORIAL Y MOTRIZ

ÁREA SENSORIAL Y MOTRIZ

Introducción

En este momento, el juego es el instrumento que tienen niños y niñas para acceder a la realidad, juegan con la realidad a través de los sentidos para poder hacerse con ella mentalmente, aprehender la y hacerse una construcción mental del mundo físico. En otras palabras, en la infancia se aprende jugando y sobre la capacidad de aprendizaje sientan las bases para poder manejar cognitivamente el mundo. Por tanto, este es un periodo clave para la maduración cognitiva del bebé y de niños y niñas pequeños, para el desarrollo de su inteligencia, y de esta paulatina comprensión del mundo dependerála progresiva autonomía del bebé.

En esta etapa, como hemos dicho, se aprende a conocer el mundo a través de los sentidos. Son muy importantes las sensaciones que niños y niñas perciben a través de la vista, el tacto y el oído, fundamentalmente. Además, la exploración del mundo dependerá de su movilidad con lo que también son muy importantes los desplazamientos corporales que pueda realizar. Ayudémosles por tanto a construir ese puente entre sí mismo y el mundo físico que les rodea.

¿Qué podemos conseguir?

1. Ayudar a los padres y madres a observar los signos externos de la maduración cognitiva de los bebés y a optimizarla.
2. Ayudar a desarrollar en el bebé las habilidades necesarias para comprender el funcionamiento del mundo físico.
3. Estimular al bebé a través de las áreas visual, táctil y auditiva.
4. Crear un espacio de disfrute compartido a través del juego y la estimulación.

Materiales y recursos

En primer lugar, utilizaremos como recurso su propio conocimiento intuitivo de las diferentes adquisiciones de los bebés. Para ello, en lugar de recomendar una edad concreta para realizar un tipo de juego, le proporcionamos la adquisición que debe observar en el bebé para, a partir de ella, poder desarrollar la actividad correspondiente.

En segundo lugar, les ofrecemos una serie de ideas como recurso para estimular el desarrollo de niños y niñas en esta área de forma adaptada a las distintas adquisiciones que va realizando.

  • Mirar y reconocer objetos

    Adquisición previa: ninguna, los bebés son muy pequeños y todavía no pueden coger objetos.

    Estímulo: diferentes objetos que puedan mirar para atraer su atención. La capacidad atencional del bebé es todavía de corta duración por lo que se necesitarán objetos muy variados en cuanto a formas, tamaños y colores. Cuando el bebé sea capaz de fijar su mirada y reaccione ante los sonidos le gustarán los móviles, las luces que se mueven u objetos que usted mismo mueva.

    Beneficio: mejora su capacidad visual ejercitando los músculos oculares.

  • Coger objetos

    Adquisición previa: el bebé sabe apretar el dedo de una persona adulta.

    Estímulo: utilizar objetos que sean atractivos y que emitan sonidos para despertar su interés por cogerlos. Por ejemplo, sonajeros, cascabeles, pelotas o cualquier objeto que haga ruido al agitarlo. Utilice objetos de diferentes tamaños (procurando evitar los muy pequeños), texturas (tela, peluche, etc.) o pesos (papel, plástico, maderas, etc.).

    Beneficio: desarrolla su coordinación, por ejemplo, entre lo que ve y lo que coge, entre lo que oye, lo que mira y lo que coge, etc. También comienza a desarrollar su capacidad de reconocer objetos que ha visto previamente.

  • Chupar objetos

    Adquisición previa: el bebé se chupa el dedo.

    Estímulo: objetos de plástico o caucho que no tengan formas que le puedan hacer daño. Por ejemplo, anillos de dentición, objetos blandos, juguetes de plástico fáciles de sostener.

    Beneficio: desarrollo de su capacidad de sujetar para masticar.

  • Alcanzar objetos

    Adquisición previa: el bebé se puede sentar con algún apoyo (un cojín, un respaldo o usted mismo).

    Estímulo: objetos que estén a su alcance para que pueda cogerlos estirando los brazos. Objetos que hagan ruido al moverlos.

    Beneficio: desarrollo de su capacidad de relacionar el movimiento de su propio cuerpo con el de otro objeto.

  • Dejar caer objetos y llenar y vaciar

    Adquisición previa: el bebé puede sostenerse sentado sin apoyo.

    Estímulo: varios objetos y diversos en cuanto a color, forma y sonido que estén a su alcance para que pueda cogerlos estirando los brazos. Un cubo o recipiente. A los bebés les resulta muy placentero dejar caer repetidamente objetos. En estas situaciones aprovechan que la persona que les está supervisando va a recoger el objeto y se lo van a devolver para que pueda dejarlo caer nuevamente. También le es estimulante meter los objetos en un recipiente y volverlos a sacar.

    Beneficio: desarrollo de su capacidad para explorar objetos y de jugar con varios a la vez.

  • Construir y demoler

    Adquisición previa: el bebé puede sostenerse sentado sin apoyo.

    Estímulo: proporcionarle objetos que sean susceptibles de amontonarse formando torretas. Le resultará placentero tanto construirlas como demolerlas. Conforme el bebé vaya creciendo las construcciones podrán ser cada vez más sofisticadas y con otros materiales (juegos de piezas y mecanos).

    Beneficio: desarrollo de la coordinación ojo-mano, planificación espacial e imágenes mentales.

  • Desplazarse para alcanzar objetos

    Adquisición previa: el bebé puede sostenerse sentado sin apoyo.

    Estímulo: proporcionarle objetos que le motiven a moverse para alcanzarlos, para empujarlos o llevarlos hacia él. Por ejemplo, cubos, pelotas y objetos que puedan rodar.

    Beneficio: desarrollo de su coordinación motora para iniciar el gateo.

  • Caminar para alcanzar objetos

    Adquisición previa: el bebé comienza a caminar con apoyo.

    Estímulo: proporcionarle objetos que le ayuden incorporarse y apoyarse para caminar. Por ejemplo, sillas, cubos, barandillas.

    Beneficio: desarrollo del sentido del equilibrio y fortalecimiento de sus piernas.

  • Buscar objetos y personas escondidos

    Adquisición previa: el bebé domina la coordinación ojo-mano y es capaz de desplazarse de forma autónoma (caminando o a gatas).

    Estímulo: inicialmente, esconder objetos ante su vista bajo otro objeto, tela o cojín y animarle a que lo busque. También, escondernos la cara tras las manos y preguntarle “dónde estoy”. Más adelante, escondernos completamente para que nos busque.

    Beneficio: desarrollo de la permanencia del objeto, es decir, el bebé aprende progresivamente que los objetos y las personas no desaparecen realmente cuando dejan de verse y permanecen en el tiempo y en el espacio, aunque no estén al alcance de su vista.

  • Juego de los sentidos

    Adquisición previa: el niño o la niña ya domina la motricidad gruesa y ha adquirido el lenguaje (dispone de un repertorio de vocabulario y expresión lingüística tempranos).

    Estímulo: se propone un juego de estimulación a realizar con los ojos tapados para que el niño identifique de qué se trata.

    • Tacto: presentar objetos de diferentes texturas y adivinar lo que son.
    • Olfato: presentar cajitas con sustancias o alimentos de diferentes olores.
    • Gusto: presentar alimentos con sabores salados, dulces, ácidos, amargos, etc.
    • Oído: presentar sonidos de campanas, pájaros, animales, instrumentos musicales, voces familiares, etc.

    Beneficios: discriminación e integración sensorial.

¿Cómo lo hacemos?

– Elija un lugar cómodo (por ejemplo, una alfombra, una cama, etc.) y tranquilo (carente de ruidos y distracciones) para jugar con su hijo/a.

– Observe qué es lo que está haciendo espontáneamente.

– A partir de esa observación elija la actividad que considere más adecuada.

– Ayude a su bebé a desarrollarla hasta que él mismo pierda interés. La pérdida de interés es una evidencia de que habrá que cambiar de estímulo u ofrecer una actividad más compleja.

Lo más relevante es que las actividades no se queden en una simple ayuda para alcanzar objetos, sino que su interacción se convierta en un verdadero momento para conocer y disfrutar de las adquisiciones crecientes de su bebé.


¿Qué otras posibilidades tenemos?

Esta propuesta es válida para realizarse en multitud de contextos y ocasiones. No pierda la oportunidad para ponerla en práctica en el momento de la alimentación, el baño o el cambio de pañal. En cualquiera de estas situaciones hay multitud de estímulos interesantes para explorar y aprender.


¿Qué dificultades podemos encontrar?

Para el desarrollo de estos juegos no hay mayor dificultad que la falta de tiempo de los progenitores ya que en este momento hijos e hijas tienen plena disponibilidad y motivación para jugar con todo lo que está a su alcance y todo lo que les podamos ofrecer. Se trata de juegos muy sencillos por lo que pueden aprovechar cada momento que estén con el bebé para ser conscientes de la estimulación que está recibiendo con el fin de optimizarla.

ÁREA FÍSICA Y CORPORAL

ÁREA FÍSICA Y CORPORAL

Introducción

El contacto humano es un aspecto importante del cuidado del recién nacido, resulta sumamente placentero tanto para el bebé como para la persona adulta y proporciona, además, una oportunidad para la interacción lúdica. Tras nueve meses en contacto permanente con el vientre materno y mecido por el líquido amniótico, los recién nacidos necesitan de la continuidad del contacto físico para sentirse seguros.

En general para todos los recién nacidos, y especialmente en el caso de los bebés prematuros, el contacto físico les proporciona calma, disminuye el llanto y facilita el sueño; les ayuda a crecer y desarrollarse física, psicológica y socialmente, fomentando el establecimiento relaciones de confianza entre ellos y sus cuidadores; finalmente, supone también para ellos una de las fuentes más importantes de placer y facilita la progresiva toma de conciencia del propio cuerpo.

Este contacto temprano supone también para los progenitores un beneficio evidente que repercute de forma positiva, a su vez, en los bebés: la calma de éstos reduce el estrés paterno y materno y favorece que aumente la sensibilidad de los progenitores a las señales del bebé, lo que es en definitiva la antesala de una vinculación afectiva saludable.


¿Qué podemos conseguir?

1. Ayudar a los padres y madres a observar los signos externos de la maduración cognitiva de los bebés y a optimizarla.

2. Ayudar a desarrollar en el bebé las habilidades necesarias para comprender el funcionamiento del mundo físico.

3. Estimular al bebé a través de las áreas visual, táctil y auditiva.

4. Crear un espacio de disfrute compartido a través del juego y la estimulación.


Materiales y recursos

En función del tipo de actividad que queramos desarrollar se necesitarán o no materiales extra. En el caso de los masajes, se requiere de una habitación calentita y con luz tenue, una superficie confortable como su cambiador, una mesa con una toalla, una cama, y aceite o crema para bebés. Para el momento del baño será importante tanto preparar los materiales necesarios, toalla, jabón, cremas, como supervisar la temperatura de la habitación y del agua. Cuando la decisión sea llevarlo a clases de natación se tendrá que disponer de los mismos materiales que cuando realizas un baño en casa, además de disponer de acceso a una piscina.

A continuación, proporcionamos algunas claves para crear esos momentos y espacios de contacto físico:

  • Caricias y cosquillas

    En numerosos momentos del día, cuando se cuida a un bebé se puede aprovechar para jugar con él a través de cosquillas y caricias. Podemos hacerlas cuando les estamos vistiendo para salir o a la hora de ponerles el pijama, cuando les realizamos un simple cambio de pañal o cuando les vamos a dar un baño o simplemente en un momento de tiempo libre.

    Una buena forma de conjugar las caricias y las cosquillas es a través de juegos en los que con nuestros dedos andamos sobre la piel del bebé con diferentes ritmos, imitando animales, estableciendo predictibilidad al contar, etc.

    Ejemplo 1: “Aquí estoy…”, camine lentamente con sus dedos sobre el cuerpo de su bebé desde los pies hasta la barriga, mientras usted dice algo como: “… uno, dos, tres, cuatro, cinco, ¡aquí viene el cosquilleo!”.

    Ejemplo 2: “El jardín de la hormiga…” , mantenga la palma de su bebé abierta con cuidado, trace círculos alrededor del borde de ella mientras dice: “… la hormiguita da vueltas y vueltas al jardín, luego va por este caminito…”, camine con sus dedos hacia arriba del brazo, mientras dice: “… un paso, dos pasos, …” y cuando llegue a la axila haga cosquillas.

    Aspectos a tener en cuenta

    1. Es importante tener en cuenta que el tono de la voz lo es todo en juegos como estos, ya que permite al bebé saber que va a ser algo divertido. Además, al repetir el mismo juego el bebé aprenderá rápidamente a esperar lo que viene, lo que le ayudará a disfrutar aún más.

    2. Las caricias en bebés permiten “hablar” directamente con el bebé, utilizando el lenguaje no verbal de la ternura que él ya puede entender a la perfección.

    3. Si bien tanto las caricias como las cosquillas proporcionan afecto, seguridad, estimulación y movimiento, las cosquillas deben realizarse con control. Es importante recordar que cuando se hacen cosquillas debemos ser muy sensibles a las señales que nos indican que la actividad comienza a resultar molesta para el bebé, ya que al igual que nos sucede a las personas adultas la risa inicial puede convertirse en enfado.

  • Masajes

    La forma y el objetivo de los masajes pueden ir variando tanto en función de la edad como del estado emocional de niños y niñas. En los seis primeros meses, el masaje ha de ser un murmullo de piel con piel que proporcione al bebé un estado de bienestar en todo el cuerpo para evocarle sensaciones intrauterinas que le tranquilicen y proporcionarle una continuidad entre su mundo de antes y su mundo de ahora. El contacto de las manos sobre su piel no solamente desencadena reacciones vinculadas a la ternura, sino que también contribuye a la maduración de su sistema nervioso.

    Entre los seis y los doce meses el masaje puede ser más vigoroso, ayudando al bebé a prepararse para primero sentarse y más tarde para andar. Así mismo, puede ser un eficaz relajante muscular, ya que el bebé con mayor motricidad disfruta todavía de este momento de descanso y complicidad y acepta conservar la misma posición durante un tiempo determinado. Además, el masaje presenta una ventaja considerable para andarines principiantes: permite aliviar la tensión muscular y, mediante suaves caricias, los golpes inevitables en su exploración del mundo.

    Aspectos a tener en cuenta

    1. Para que el bebé aproveche al máximo el masaje, se debe evitar la hora de las comidas: antes, tiene hambre; después, se dificulta su digestión. Hay que elegir un momento del día en el que bebé y adulto/a estén distendidos. Si el bebé en el momento del masaje se pone a llorar, ha de interpretarse como un “¡no!”. Y no se debe insistir.

    2. El desarrollo del masaje debe tener una estructura, de modo que el bebé tenga una sensación de unidad. Por ejemplo, comenzar por la cabeza, descender por el cuello y tronco hacia las piernas, para terminar en la espalda. También hay que procurar dar el masaje de manera simétrica sobre brazos y piernas.

    3. En ocasiones la realización de masajes tendrá un claro objetivo como aliviar los cólicos, los gases y el estreñimiento. Será importante en estos casos haber aprendido las técnicas adecuadas o consultar libros especializados.

    4. Finalmente, a nivel emocional, los masajes calman el llanto y favorecen el vínculo del bebé con los progenitores. Por tanto, los masajes en los bebes brindan beneficios físicos, pero también nos proporcionan un momento de juego y ternura con nuestro bebe.

  • Natación

    Los recién nacidos están perfectamente dotados con una variedad de reflejos que hacen posible el progresivo desarrollo de una conducta adaptada al medio en que se desenvuelven, en este caso el agua. Limitar las experiencias del primer año a la estancia en la cuna o en el cochecito de paseo significa reducir el desarrollo tanto físico como intelectual de nuestro bebé, en un período crítico de su vida.

    La natación para bebés, o matronatación, se define como una actividad de juego, placer, estímulo y experiencia afectiva. El objetivo más importante de esta actividad se centra en reforzar el vínculo de amor y confianza entre progenitores y bebé, haciendo que todos compartan una experiencia original, única e irrepetible, fortaleciendo la relación afectiva y cognitiva entre bebé-mamá-papá. Además, por si esto fuera poco, se van a crear situaciones de juego, dentro de un ámbito lúdico y recreativo.


    Aspectos a tener en cuenta

    1. La natación con bebés poco tiene que ver con el nadar, ya que aprender a nadar como la mayoría de las personas entienden sólo se podrá lograr a partir de los 4 ó 5 años.

    Antes de esta edad es demasiado temprano para desarrollar autonomía en el agua y adquirir los movimientos de la natación. Se recomienda no iniciar la actividad hasta que tenga 3 o 4 meses de vida.

    2. Nunca se debe “presionar” al niño/a para que aprenda a flotar. Se trata de que le pierda miedo al agua -si lo tuviera-, lo vea como algo lúdico y se divierta. Importa más que la experiencia sea grata a que consiga la flotación.

    3. En las piscinas públicas, un factor importante a tener en cuenta es la temperatura del agua, que preferentemente estará sobre los 32 grados, la concentración de cloro en agua dentro de los límites establecidos y un tiempo máximo del baño de 20 minutos.

¿Cómo lo hacemos?

En esencia para estimular el área física y corporal del bebé, lo que necesitamos es tomar al bebé entre nuestros brazos y en lo posible establecer contacto entre su piel y la nuestra de forma cómoda y segura. A este sencillo acto se le pueden sumar otros como mecerlo, besos, abrazos y dedicar tiempo a realizar las actividades que hemos comentado, en las que acariciamos zonas que habitualmente están cubiertas con la ropa.


¿Qué otras posibilidades tenemos?

Las caricias, cosquillas y masajes pueden realizarse en el momento del baño. La hora de bañarse es algo más que un cuidado higiénico y puede ser un momento especial para los progenitores y su bebé a disfrutar de su mutua compañía. Un baño lúdico antes de acostarse puede relajar al bebé y ayudar a que concilie el sueño. Tómese el tiempo suficiente para el baño y no lo haga con prisas.

La natación de bebés puede adaptase al domicilio si se dispone de bañera, de hecho, es recomendable que antes de ir a la piscina se produzcan pequeñas prácticas en casa, favoreciendo que el bebé se familiarice con el agua. Sin utilizar jabón y con la presencia de ambos progenitores, uno dentro y otro fuera, colocar al bebé frente a nosotros e irle mojando y sumergiendo progresivamente.

A medida que niños y niñas crecen, las interacciones físicas serán más bidireccionales y podremos pedirles que nos hagan ellos caricias, cosquillas y masajes, ya que en edades tempranas suelen ser muy generosos en lo que a contacto físico se refiere.


¿Qué dificultades podemos encontrar?

Una potencial dificultad es que el bebé sea muy pesado para sostenerlo mucho tiempo en el brazo cómodamente. Es muy importante buscar siempre una postura cómoda y cuidar la propia salud física para disfrutar plenamente del contacto físico con el bebé y conseguir así, los máximos beneficios de la actividad.

Lo más importante para realizar este contacto físico con niños y niñas es tener en consideración tres elementos:

1. Elegir un espacio cómodo y agradable tanto para adultos/as como para niños/as.

2. Adaptar las actividades a la edad, de tal modo que conforme vaya creciendo se hagan más activos los juegos.

3. Estar atentos a las señales del bebé y no presionarle si indica que no le gusta o no es el momento de jugar a las cosquillas, de hacerle un masaje o de sumergir la cabeza bajo el agua.

ÁREA EMOCIONAL Y AFECTIVA

ÁREA EMOCIONAL Y AFECTIVA

Introducción

Desde el momento en el que el bebé nace, e incluso desde unos meses antes de nacer, es capaz de experimentar emociones básicas como la alegría, el dolor, el interés o el asco. Dichas emociones primarias se manifiestan a través de la expresión facial y de las vocalizaciones (sonrisa, llanto, gritos, miradas), así como a través de la posición corporal (movimientos espontáneos de los brazos y piernas o la tensión en ciertos músculos)

Esta capacidad innata del bebé de expresar emociones es, desde el primer momento, la clave para atraer e invitar a la persona adulta a interaccionar, a comunicarse, a establecer  juegos, a que le proporcionen ciertos cuidados, es decir, a establecer una relación. Por un lado, el bebé siente seducción ante la expresión facial y vocalizaciones de las personas que le cuidan y, por otro lado, los/as adultos/as se sienten satisfechos y contentos como cuidadores cuando el bebé les presta atención. Se sientan así las bases de la relación afectiva temprana. A lo largo de los dos primeros años de vida el bebé desarrollará la propia expresión emocional más allá de las respuestas automáticas, así como la capacidad de reconocer las emociones propias y ajenas.


¿Qué podemos conseguir?

1. Ayudar a los padres y madres a maximizar sus propias expresiones emocionales para que sirvan al bebé como guía para orientarse en el mundo.

2. Ayudar a enriquecer en niños y niñas el repertorio de expresiones emocionales.

3. Estimular a niños y niñas para que aprendan a diferenciar emociones, así como cuales son más o menos adecuadas en cada momento.

4. Crear un espacio de disfrute compartido a través de la interacción y la imitación expresiva.


Materiales y recursos

Para poner en marcha estas actividades no es necesario disponer de materiales específicos, sino más bien de recursos muy básicos como es nuestro propio rostro y nuestra capacidad para modificar el tono de nuestra voz. También se podrán utilizar imágenes fotográficas e imágenes de dibujos en animación.

Respecto a la voz, es importante señalar que, de forma habitual y no consciente, cuando nos dirigimos a los bebés las personas adultas adoptamos un tono de voz más cálido, dulce e incluso vocalizamos de forma exagerada, acompañando este tipo de lenguaje de expresiones faciales también más claras. Esta habilidad humana se complementa con la clara preferencia innata que tienen los bebés hacia los rostros humanos.

A continuación, proponemos una serie de ideas para maximizar el desarrollo del mundo emocional y afectivo de niños y niñas, sin olvidar que es usted quien tendrá que ir adaptando las propuestas a los diferentes hitos evolutivos que su hijo/a vaya alcanzando.

  • Expresión facial: “poner caras”

    Este sencillo juego, consisten en mostrarle al niño diferentes expresiones faciales y pedir que las imite.


    Aspectos a tener en cuenta

    1. El bebé de un mes únicamente imita como respuesta refleja a un estímulo externo excitante, como por ejemplo comenzar a llorar si escucha el llanto de otro bebé.

    2. Posteriormente imitará gestos o sonidos familiares que puede ver u oír en sí mismo, así como acciones conocidas que hace un modelo y que no son nuevas para él.

    3. El siguiente paso será la imitación aproximada de acciones y sonidos nuevos con partes que no ve en sí mismo.

    4. Es a partir del primer año de vida cuando la imitación será más deliberada, activa y precisa, y más o menos sobre el año y medio o los dos años, podrá comenzar a imitar conductas con inmediatez y precisión e incluso de un modelo ausente, gracias a que ya es capaz de crear progresivamente imágenes-recuerdo que almacena en su memoria.

  • Tono de la voz: “poner voces”

    Esta actividad está muy relacionada con la anterior y, como aquélla, es bien sencilla.

    Consiste en mostrarle al bebé diferentes tonos de voz, relacionándolos con diferentes expresiones faciales y estados emocionales. Se podrá hacer de forma real o simulada contando sencillas historias con cuentos o muñecos, siendo importante esforzarse para poner diferentes tonos de voz a los diferentes personajes y a su vez modificar éstos en función del estado de ánimo que les asignemos a los personajes.


    Aspectos a tener en cuenta

    1. Ya desde la vida intrauterina el bebé reconoce la voz de sus progenitores, especialmente de la madre. Ello se debe a que el sentido del oído está muy desarrollado, y se observa en el bebé preferencia por la voz materna y los sonidos rítmicos semejantes al latido del corazón.

    2. También es importante señalar que, en la realización de actividades cotidianas, ambos progenitores deben adecuar su tono y expresión verbal a su estado emocional en relación con el bebé, permitiendo así que éste pueda ir vinculando los diferentes tonos y melodías verbales a las diferentes situaciones emocionales.

  • Poner nombre a sus emociones: “nombrar emociones”

    En primer lugar, la actividad consiste en describir verbalmente las emociones que estamos expresando tanto con el rostro como con nuestro tono de voz (por ejemplo, “estoy contento/a, has comido muy bien”). En segundo lugar, podemos hacer descripciones de los sentimientos que consideremos que están experimentado niños y niñas en determinados momentos (por ejemplo, “estás enfadado/a, entiendo que te moleste el pañal, hay que cambiarlo”). En tercer y último lugar, la tarea, que será posible gracias a la adquisición del lenguaje, consistiría en pedirles que identifiquen emociones y sentimientos tanto en los demás como en ellos/as mismos/as.


    Aspectos a tener en cuenta

    1. Es importante señalar que la expresividad emocional de los progenitores determinará la expresividad emocional de sus hijos/as. De manera que, si los progenitores expresan frecuentemente alegría, tristeza o cólera, el bebé también lo hará.

    2. Una buena forma de ofrecer un amplio repertorio emocional implica ser congruente y sincero en la relación con hijos e hijas. Por ejemplo, cuando nos enfadamos con el bebé porque ha realizado una conducta inapropiada hacérselo saber a través de nuestro rostro, tono de voz y contenido verbal.

    3. Otra forma de ayudar a identificar emociones es transmitir nuestras emociones a nuestros/as hijos/as aun cuando éstas no son provocadas por ellos/as, sino que su origen es bien distinto (trabajo, pareja, relaciones familiares, relaciones con la vecindad, etc.). Debemos trasmitir nuestra emoción acompañada de una explicación de los motivos que la suscitaron, o bien clarificar el contexto de esta para eliminar posibles sentimientos de culpabilidad en niños y niñas.

    4. Por último, cabe decir que los padres y las madres tienen siempre excelentes oportunidades para ayudar a sus hijos/as a manejar sus emociones, aspecto que se vuelve especialmente importante cuando éstas son negativas. Para ello, resulta imprescindible que, ante las respuestas emocionales de sus hijos/as, los progenitores las valoren, se pongan en su lugar y les ayuden a entender el problema, así como a poner una etiqueta a su estado emocional. De este modo ayudamos a modificar su estado interno. Nunca resulta adecuado ridiculizar, minimizar las emociones o castigar por expresarlas.

¿Cómo lo hacemos?

Para esos momentos especiales, elija un espacio cómodo y en el que no haya demasiados elementos distractores. Durante los primeros meses de vida del bebé, estas actividades son una labor fundamentalmente de los progenitores, quienes de forma consciente e intencionada expresan al niño o la niña su mundo emocional. De forma progresiva el bebé comenzará una participación más activa y elaborada, adquiriendo así los juegos un carácter de interacción recíproca.

Dado que se trata de una interacción dirigida, hay que permanecer atentos a las señales que trasmita el bebé sobre su fatiga para entender que ha llegado el momento de cambiar de actividad.


¿Qué otras posibilidades tenemos?

Estas sencillas actividades se pueden realizar tanto en momentos de juego como en la realización de actividades más cotidianas destinadas al cuidado (alimentación, vestido, baño), siendo además un complemento perfecto para éstas. Se trata de establecer una congruencia constante entre nuestra expresión facial y corporal y el mensaje que estamos dando al bebé.

Algunas variantes que podemos utilizar para enriquecer estas actividades son:

1. Utilizar imágenes fotográficas de rostros humanos que se pueden obtener de álbumes familiares o de recortes de revistas. Es importante tener en cuenta el tamaño de la fotografía, ya que si es muy pequeña nos será difícil que niños y niñas puedan centrar su atención en aquella expresión facial que queremos mostrarle. Del mismo modo se podrían utilizar dibujos en libros y cuentos infantiles.

2. Otra estupenda oportunidad para “jugar” a identificar y poner nombre a las emociones es durante el visionado compartido de dibujos animados. Es una magnífica ocasión para ayudar a los más pequeños a describir los sentimientos y estados emocionales de los personajes, interpretando en voz alta lo que les sucede a los personajes. Además, se pueden identificar situaciones similares y establecer paralelismos entre lo que les ocurre a los dibujos de ficción y algunas situaciones que viven los niños.

3. También se puede animar a otros familiares a que realicen estas sencillas actividades que puede servir además para el desarrollo y afianzamiento de nuevas relaciones afectivas.


¿Qué dificultades podemos encontrar?

Un freno a nuestra expresividad emocional puede ser la presencia de otras personas adultas cuando estamos realizando estos juegos. Si así fuera, estamos seguros de que es posible encontrar momentos de mayor intimidad en los que nos sintamos cómodos y podamos disfrutar plenamente de este tiempo compartido con los bebés.

ÁREA DEL LENGUAJE

ÁREA DEL LENGUAJE

Introducción

La adquisición del lenguaje va a suponer un importante cambio en la manera de relacionarse con los/as más pequeños/as, ampliando no sólo la forma de comunicarse, sino también el repertorio de juegos que se puedan realizar conjuntamente. Como ya hemos adelantado, esta destreza, que aparecerá de forma más completa en niños y niñas de aproximadamente 2 años, establece sus bases sobre el desarrollo progresivo de múltiples habilidades, como por ejemplo las predisposiciones innatas de tipo perceptivo que encaminan a los bebés hacia la comunicación con los progenitores, la capacidad de imitación, el progresivo desarrollo cognitivo, etc.

En este aprendizaje resulta imprescindible la participación de los progenitores a través de juegos y actividades sencillas, y sobre todo con la utilización del llamado “lenguaje maternal”, caracterizado por una pronunciación lenta, una entonación exagerada, el empleo de frases cortas, sencillas y gramaticalmente correctas, además del uso de mucha repetición. El bebé comenzará a emitir e imitar sonidos, que posteriormente repetirá y encadenará, para finalmente además dotarlos de significado e intencionalidad.


¿Qué podemos conseguir?

1. Aportar a los padres y madres recursos para potenciar el desarrollo y posterior ampliación y perfeccionamiento del lenguaje.

2. Ayudar a desarrollar en el bebé las habilidades necesarias para alcanzar la capacidad de comunicación oral.

3. Estimular al bebé a través del área auditiva y visual.

4. Crear un espacio de recreo y aprendizaje compartido a través del juego y la estimulación.


Materiales y recursos

Uno de los principales recursos necesarios para desarrollar la mayoría de las propuestas que os presentamos es la propia voz humana, además de un poco de imaginación y creatividad. También os será de ayuda disponer de juguetes u objetos sonoros y musicales, así como de cuentos infantiles.

Estos simples recursos los podéis poner en marcha en las propuestas de juego que os presentamos a continuación.

  • Desarrollando la audición

    La adecuada percepción del sonido y de sus matices será fundamental para que más adelante se puedan reconocer los sonidos de la lengua con la que el bebé conviva, constituyendo el primer paso para poderlos reproducir de forma consciente. Gracias a la música, al juego y al lenguaje de los integrantes de la familia la audición se irá afinando cada vez más.

    Ya comentamos en la introducción que el sentido del oído se desarrolla de forma temprana, siendo ya desde aproximadamente el sexto mes de embarazo el que permite el contacto con la madre (escuchando su voz y el sonido de su corazón) y con el exterior. Escuchar música durante el embarazo y así mismo ponerle al bebé música tras su nacimiento, ofrece una buena base para el desarrollo del lenguaje dado que la música, en especial la clásica, tiene las mismas características que el lenguaje: ritmo, tono, timbre e intensidad. Os recomendamos no utiliza un número muy elevado de piezas, pero sí utilizar las que se seleccionen con frecuencia buscando la familiaridad.

  • Provocando sonidos

    Podemos dirigirnos al bebé para hablarle y contarle cosas, o simplemente para presentarle sonidos, ofreciéndole una gran variedad. Desde simples emisiones guturales imitando las que él mismo produce, a repetición de fonemas encadenados, onomatopeyas, palabras cortas, imitación de sonidos de objetos como el timbre, teléfono o tambor, de animales, de medios de transporte, etc.

    Por otra parte, el bebé se sentirá más o menos atraído por los objetos según su forma, color, tamaño y aspecto, pero si el objeto en cuestión emite o produce algún tipo de sonido, éste tendrá más éxito. La estimulación sensorial del oído es una pieza clave de la imitación posterior, además de que la obtención de sonidos gracias al movimiento de un objeto sonoro es una actividad con la que los bebés disfrutan mucho.

  • Primeras palabras

    La mayor parte de los bebés pronuncian sus primeras palabras alrededor de su primer cumpleaños. Dado que los bebés simplifican sus primeras palabras dejando salir ciertos sonidos, estás son con frecuencia difíciles de comprender. Lo que los progenitores pueden hacer es, si comprenden esta palabra, repetírsela varias veces apoyándola con gestos, miradas, etc., que señalen y apoyen lo que él dice. Por ejemplo, si dice agua, aprovechar para mostrarle el biberón del agua, el agua de un vaso, de la bañera, etc.

    El hecho de relacionar tanto los objetos como los gestos a las palabras, por un lado, motiva al niño/a a imitar a la persona adulta y por otro establece las primeras relaciones entre las palabras y su significado. Así, decir “Adiós” agitando la mano resulta un sencillo juego muy útil. A medida que niños y niñas emitan más palabras podemos proponerles sencillos juegos de vocabulario, por ejemplo, mostrar objetos, nombrarlos si es necesario y pedirle al niño/a que lo repita.

  • Canciones infantiles

    Cantar canciones a los bebés puede cumplir varios objetivos, por un lado, puede tranquilizarlos o divertirlos y, por otro, supone un buen entrenamiento en reconocer sonidos y melodías, siendo éstos precursores de las palabras que vendrán más tarde.

    A medida que niños y niñas crecen y su repertorio de palabras se amplía, éstos pueden ir también siendo partícipes del canto de estas, aunque sólo sea emitiendo algunos sonidos o palabras muy concretas. Los progenitores pueden aprovechar estas primeras palabras para inventar canciones nuevas.

  • Contar cuentos, historias y leer libros

    Habitualmente se relaciona la actividad de contar cuentos con la hora de irse a dormir y, desde luego, es un buen hábito. Pero también cualquier momento libre del día puede servir para contar breves cuentos en los que se busque la participación del niño/a con sus vocalizaciones, con sus manos o con el resto del cuerpo. Se le ayuda así a identificar las principales palabras y expresiones que contienen los cuentos.

    Además, a medida que niños y niñas crecen, les encantan en particular las historias que tratan sobre las cosas, personas y animales que les son familiares. No desaprovechéis nunca la oportunidad de contar anécdotas, y si son divertidas, tanto mejor.

    Por otro lado, la lectura de libros ilustrados, además de fomentar la asociación de palabras a imágenes, de ayudar al niño/a a aprender y a escuchar, estimula su imaginación y su sensibilidad hacia los demás a través de los protagonistas de la historia.

  • Creamos frases y hacemos preguntas

    Sobre los dos años, niños y niñas comienzan a saber pronunciar dos o tres palabras seguidas, las cuales se convierten rápidamente en frases. Es importante escucharle y hacer un esfuerzo por comprender sus primeras frases en lugar de corregirlos continuamente. Puesto que el proceso de desarrollo del lenguaje es un proceso activo, le podéis provocar preguntándole cosas simples o pidiéndole que utilice palabras para expresar sus necesidades.

  • Vamos a contar: las cifras

    El juego es el mejor medio de ayudar a niños y niñas a aprender a contar, ya que el aprendizaje de cifras necesita de mucha repetición.

    Los niños y las niñas en un principio aprenden a reconocer el sonido, más tarde comienzan a comprender los conceptos que se esconden detrás de las cifras y, finalmente, son capaces de reconocer los números escritos.

    Así que se puede aprovechar para contar tanto en momentos lúdicos como cotidianos, contar las cucharadas que toma de un cierto alimento, los dedos de una mano o de las dos, los muñecos que caben en una determinada caja, o las hormigas que hay en una baldosa.

¿Cómo lo hacemos?

Algunas cosas que podemos tener en cuenta para realizar estos sencillos juegos son:

1. Hablarle al niño/a de las cosas que forma que él pueda comprender, es decir, se recomienda el esfuerzo de que los progenitores adapten su discurso a la capacidad de compresión del niño o la niña.

2. Además, es necesario que cuando os dirijáis a ellos/as para desarrollar estas propuestas, como cantarles o contarles cuentos, os pongáis a la altura de sus ojos, evitando en lo posible hablarles “desde lo alto”.


¿Qué otras posibilidades tenemos?

En relación a los objetos sonoros, en casa podéis elaborar sencillos juguetes musicales, por ejemplo, llenando con unas cuantas piedras o macarrones una pequeña botella de agua de plástico vacía.

Por otro lado, también es un buen estimulante del lenguaje hablarle al niño/a mientras se realizan actividades cotidianas, describiéndole lo que se está haciendo, lo que se utiliza, etc., familiarizando así al niño con el lenguaje de la vida cotidiana.

Como hemos visto, en el primer año de vida, el juego es funcional, implica el movimien- to activo y repetitivo de músculos (golpear objetos o hacer rodar una pelota). A medida que comienzan a controlar más su motricidad y desarrollar su pensamiento, niños y niñas comienzan a jugar de forma constructiva (usan objetos para hacer algo, una torre con cubos o un dibujo). Posteriormente, iniciarán juegos de simulación e imaginación en los que probarán roles (con un paño de cocina se harán una capa de superhéroe o ha- blarán con sus muñecas), se enfrentarán a emociones incómodas, etc. Primero, lo harán en solitario, pero a medida que vaya involucrando a otros pondrán en práctica habilida- des importantes: reparto de papeles (yo seré el papá y tú la mamá), negociación (vale, yo seré el papá mañana), o recreación de escenas (estamos de vacaciones en la playa).

¿Qué dificultades podemos encontrar?

Puede ser, que ninguno de los miembros de la pareja tenga buenas habilidades para el canto, o bien no recuerde las canciones infantiles con las que le mecieron de pequeño.

Lo mismo puede ocurrir con el recuerdo de cuentos. No olvidéis que, tanto en internet, como en librerías y tiendas especializadas en infancia, podéis encontrar buenos discos, cuentos y libros, además de muchas ideas para disfrutar con vuestros hijos e hijas, despertando además vuestra imaginación y creatividad.


¿Qué podemos conseguir?

1. Aportar ideas a los progenitores de cómo proponer a sus hijos/as, a través del juego, situaciones similares a las de la vida real.

2. Ofrecer a niños y niñas la oportunidad de jugar en una amplia variedad de situaciones sociales, explorando nuevos roles y convenciones sociales.

3. Ayudar a niños y niñas en el proceso de interiorización de normas sociales.

4. Estimular en niños y niñas la práctica de habilidades lingüísticas e interpersonales.

5. Crear un espacio de disfrute compartido a través del juego y la imaginación.

Materiales y recursos En la mayoría de las casas se dispone de ropa que ya no se usa y que se puede recon- vertir en un divertido disfraz, así como multitud de objetos que pueden ser trasformados en estupendas marionetas. Además, es habitual que los niños y las niñas a medida que van creciendo se sientan atraídos por juguetes que simulan los que utilizan las personas adultas; desde cacharritos para cocinar, utensilios de peluquería o enfermería, teléfonos, etc. Por último, siempre disponemos de multitud de objetos no peligrosos que utiliza- mos en nuestra vida cotidiana que podemos dejarles bajo nuestra supervisión, con los que además de simular que son tal o cual cosa, desarrollarán mucho su imaginación. Estos materiales os servirán para desarrollar los siguientes juegos:

  • Juegos mímicos sencillos:

    “como si fuera…” Se trata de representar personajes, animales y oficios. Los progenitores podéis ayudarles proponiéndole objetos con los cuales niños y niñas pueden aumentar su vivencia, de- jándole crear y experimentar libremente. Por ejemplo, “para el Médico”: darle elementos como botiquín, tiritas, bolas de algodón, jeringas desechables sin aguja, etc., “para la Peluquería”: darle elementos como cepillos, rulos, peinillas, secador, envases plásticos, etc.

  • Dando vida a las imágenes

    A través de la imitación niños y niñas se esfuerzan por comprender a las personas adultas y al entorno que les rodea. Entre dos y tres años, una forma de iniciación para esta actividad es utilizar cuadros, carteles o fotografías que, luego de ser observadas, serán dramatizadas éstos, estimulando el diálogo por medio de preguntas: ¿Qué crees que está diciendo? ¿Qué hace? ¿Qué pasa?

  • Marionetas

    Con las marionetas niños y niñas podrán representar una historia con sus personajes. Este juego favorecerá el desarrollo de la imaginación y la capacidad de ponerse en el lugar del resto de personas. Paralelamente, narrar historias representadas es un impulso al desarrollo del lenguaje. Se pueden utilizar desde las más sencillas de manejar como las marionetas de dedo, hasta las de hilos en edades más avanzadas.

  • Disfraces

    A partir de la magia de los disfraces, niños y niñas viven de manera intensa y simbólica su asimilación de la imagen de las personas adultas, al tiempo que descubre sus múltiples posibilidades y comienza a interactuar con la sociedad en la cual va a convivir. Con tres años, niños y niñas ya podrán comenzar a hacer sus pinitos en el mundo del teatro.

¿Cómo lo hacemos?

Lo más relevante a la hora de desarrollar estas propuestas es elegir el momento adecuado para realizar unos juegos u otros:

– Para poner en marcha las primeras actividades únicamente necesitamos una buena disposición. Ya que en cualquier momento del día encontraremos una buena excusa para compartir un buen rato imitando, poniendo caras o interpretando imágenes.

– En otros casos se necesitará un poco de tiempo, por ejemplo, para disfrazarse o jugar con marionetas hechas por vosotros mismos. Reservadlas para cuando se disponga de un buen par de horas.

¿Qué otras posibilidades tenemos?

1. Las relaciones con los hermanos y hermanas juegan también un papel muy importante en la socialización, diferente al papel de los progenitores. Si tiene más de un hijo o hija aproveche para fomentar entre ellos los juegos conjuntos. Por ejemplo, manejar adecua- damente los conflictos entre hermanos/as puede servir de mucha ayuda para entender las relaciones sociales, así como para aprender a negociar, reconocer las necesidades del otro, sus deseos y puntos de vista, etc.

2. Puede ser muy recomendable también aprovechar la visita de otros familiares, amigos/as y niños/as para realizar estos juegos, siendo muy enriquecedora la experiencia social al participar cada vez diferentes personas.

¿Qué dificultades podemos encontrar?

Estas actividades no presentan ninguna dificultad especial salvo la dedicación que exigen para obtener los máximos beneficios en el plano de lo social. Es decir, estas actividades requieren de un papel activo de los progenitores quienes, en primer lugar, sirven de modelo a niños y niñas y, en segundo lugar, guían a éstos mediante preguntas que exploren los papeles que representan, los posibles sentimientos e ideas que surgen en el juego, etc.

ÁREA DE CREATIVIDAD E IMAGINACIÓN

ÁREA DE CREATIVIDAD E IMAGINACIÓN

Introducción

La creatividad es la capacidad de generar ideas nuevas a partir de ideas previas, pero de manera diferente e ingeniosa. Si bien se considera una capacidad innata en el ser humano, es necesario apoyarla y estimularla desde pequeños. La experimentación será una de las experiencias imprescindibles para que niños y niñas puedan mostrar su crea- tividad. La actividad creadora de la imaginación se encuentra en relación directa con la riqueza y variedad de experiencias acumuladas, ya que son el material sobre el cual se erigen los edificios de la fantasía. El juego es uno de los vehículos fundamentales, junto a la literatura y las manualidades, a partir del cual niños y niñas podrán desarrollar su imaginación y su creatividad.

Como última área de este bloque sobre los primeros años de la vida, las ideas que aquí se señalan serán muy útiles posteriormente, para desarrollarlas también a medida que el niño o la niña se adentra en la infancia. De hecho, serán ellos quienes, a través de sus nuevas destrezas, os irán indicando para qué juegos están ya preparados y para cuáles necesitan todavía aprender habilidades básicas de forma previa.

¿Qué podemos conseguir?

1. Proporcionar ideas a los progenitores para potenciar, a través del juego, la capacidad creativa de niños y niñas.

2. Estimular el desarrollo de la creatividad e imaginación en niños y niñas.

3. Crear un espacio de disfrute compartido a través del juego y la creatividad.

Materiales y recursos

Niños y niñas pueden crear sin otro material que su sola vivacidad e imaginación. En muchas ocasiones jugarán libres y espontáneamente con compañeros/as fruto de su imaginación, sin embargo, para realizar otras actividades será necesario ofrecerles diversos materiales como folios, pinturas o un balón. Cualquier objeto cotidiano puede también ser dotado de significado en un momento dado, así, una hoja de un árbol puede ser un avión o una manta para un muñeco.

Cada niño/a es un mundo. Algunos niños y niñas experimentan su creatividad asociando palabras, formas o colores, mientras que otros lo hacen a través de sus propios movimientos corporales. El niño y la niña que experimenta y conoce el mundo a través del sonido puede apreciar la música y querer crear sus propias canciones. El niño y la niña más visual preferirá diseñar y pintar. Si utilizan sus manos para descubrir los objetos, la arcilla y la pintura con dedos puede que sean sus actividades favoritas. Si les encanta moverse, puede ser que sobre todo prefiera expresarse bailando, corriendo y trepando. Algunas formas simples de reforzar y estimular la creatividad del niño pequeño son:

  • Un paseo imaginativo:

    Aprovechar los paseos por la ciudad, el pueblo, el campo o la playa contándole todo lo que se va viendo. En estos momentos al aire libre también es muy divertido intentar distinguir formas en las nubes.

  • ¿Qué ves?:

    Proponer juegos de vocabulario simples, por ejemplo, que nombre todo lo que es rojo, lo que puede volar, lo que empieza por tal letra o rima con tal palabra.

  • Historias inacabadas:

    Ayudar a inventar sus propias historias planteando un comien- zo abierto y atractivo para que él lo continúe. No es necesario elaborar una historia con un sólido argumento; confía en ti, en tu capacidad de improvisación y en tus propios recursos para encontrar la historia capaz de motivar y hacer sonreír a tu hijo/a.

  • Dibujar lo que no se ve:

    Pide que dibuje. Puede ser lo que prefieran en ese momento y que luego nos cuenten lo que han hecho o bien pedirles que dibujen, por ejemplo, un animal que no vive en este planeta y que expliquen cómo creen que es su vida.

  • Moldea a tu aire:

    Ofrecerles materiales fácilmente moldeables, como arcilla, plastilina para que desarrolle sus propias creaciones.

¿Cómo lo hacemos?

Puesto que la creatividad y la imaginación tienen que ver fundamentalmente con la espontaneidad, hay cuatro ideas básicas que deberíamos tener en cuenta en el desarrollo de estas actividades:

1. Niños y niñas logran expresarse libremente si tienen en su entorno las condiciones adecuadas para ello, como un ambiente seguro y tranquilo, así como, personas que estimulen y valoren todo lo que realizan.

2. Los progenitores pueden proponer opciones y juegos, cuántos más y más variados mejor, pero respetando sus preferencias.

3. En el desarrollo de los juegos todo vale, por lo que no hay una opción única: permite su espontaneidad, no corrijas y disfruta. 4. La creación libre ayuda a niños y niñas a afianzar su personalidad y les lleva a valorarse creciendo como seres únicos. Por lo tanto, es importante permitir también momentos para el juego libre.

¿Qué otras posibilidades tenemos?

En este caso más que en ningún otro, todo son posibilidades. Cuanto mayor sea el número de experiencias que ofrezcáis a niños y niñas, con materiales y situaciones diferentes, mayores serán sus posibilidades de desarrollar su creatividad, lo que, a fin de cuentas, despertará una sensibilidad que les permitirá comunicarse y expresar su propio mundo al resto de personas.

¿Qué dificultades podemos encontrar?

Las mayores dificultades en esta área las podemos encontrar en las personas adultas. Para que un juego ayude a desarrollar la creatividad, debe ser abierto y capaz de admitir cualquier posibilidad. Muchas veces, las personas adultas acostumbradas al poder que ejercen las creencias, las costumbres, los supuestos y los tabúes sociales, podemos blo- quear las posibilidades que crea la mente de niños y niños, todavía menos influenciada por las convenciones sociales.

Es importante recordar que como progenitores os podéis tomar momentos de respiro de la actividad educativa. Por ejemplo, si jugando a cocinitas, un/a niño/a puede propone comer sopa con un tenedor… dejémosle resolver o no la paradoja por sí mismo/a. El juego está muchas veces destinado al disfrute como único fin y este juego libre y espontáneo es beneficioso en sí mismo.

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