Suicidio: La otra pandemia

El registro de España indicó que 3.941 personas se suicidaron en 2020, un máximo que resaltan sin precedentes. Parece que la pandemia y la crisis económica asociada también ha contribuido significativamente a ello. A raíz de este aumento significativo de suicidios en población joven, se comenzó una gran campaña sobre prevención del suicidio propiciada por diversas instancias vinculadas a la salud mental, especialmente el Colegio Oficial de la Psicología de Madrid.

En la mayoría de los estudios al respecto las personas que piensan seriamente en suicidarse no quieren morir, sino dejar de sufrir y no encuentran una solución mejor como ya señaló Edwin S. Shneidman, pionero investigador y fundador de la Asociación estadounidense de Suicidiología, que en 1985 lo definía como: “Una solución eterna para lo que a menudo puede ser un problema temporal”.

Cuando una persona piensa en suicidarse es porque algo en su vida tiene que cambiar. No puede seguir así. Hay que buscar nuevas opciones. Existen y se pueden encontrar. El cambio es posible.

Sobre este tema sigue habiendo grandes mitos, algunos de los cuales hoy queremos rebatir, además de aportar algunas orientaciones concretas para afrontar situaciones complejas que podamos encontrar en nuestro entorno cercano.

➡️ Comenzamos con estas tres creencias erróneas:

     1. El que quiere suicidarse de verdad, no avisa; el que amenaza con ello es porque quiere llamar la atención.

Esta falsa creencia socialmente muy extendida pone de manifiesto las dificultades que tenemos para aceptar las emociones que nos resultan desagradables, negando las emociones para así sentirnos más seguros.  Si no lo pienso, ni lo siento, no existe. Anulamos en nuestra mente la posibilidad de que “eso” suceda, pero así aumenta el riesgo real, ya que la persona que nos está avisando (con frases indirectas o directas, autolesiones, despedidas inusuales, intentos previos…), se siente profundamente incomprendida, avergonzada y culpable de sus pensamientos, rechazada. Abandonada en la soledad de su malestar, al verbalizarlo percibe la incomprensión, lo que le provoca todavía más emociones de tristeza, rabia o miedo y buscará dejar de sufrir y de hacer sufrir “quitándose de en medio”.

     2. La mayoría de las personas que piensan en el suicidio tienen una enfermedad mental.

Otra falsa creencia que se ha visto claramente desmontada por los estudios que se han hecho en población general y ponen de manifiesto que un 50% de la población ha pensado en suicidarse alguna vez. Es verdad que hay ciertos trastornos mentales que cursan con más ideación suicida (trastorno bipolar, depresión) pero no en todos los casos.

     3. Los medios de comunicación, al hablar sobre ello, ejercen un efecto llamada.

Al contrario, los medios de comunicación que utilizan esta información de manera constructiva, que pautan procesos de intervención, logaritmos, protocolos de actuación, desmitifican y acercan a la población qué poder hacer ante estas situaciones, lo que previene el riesgo. Ahora bien, el sensacionalismo morboso, los detalles macabros de programas interminables y las corrientes que favorecen el suicidio, como solución a los problemas en redes sociales y medios de comunicación, por supuesto, no ayudan.

A continuación, vamos a describir algunas pautas breves de intervención que podemos poner en práctica si nos encontramos con personas que nos manifiestan su preocupación sobre este tema:

Ej. Tienes todo el derecho a sentirte así. Siento mucho oír esto. Tienes que estar pasándolo horriblemente mal. No me hago a la idea, pero ¿quieres hablarme un poco de en qué estás pensando?

Ej. ¿Por qué has pensado en ello? ¿Cómo lo harías? ¿Tienes previsto que sea en un momento concreto?

Hablemos antes, siempre hay tiempo para esto. Déjalo para mañana. Llamar al 112 o al 024 (teléfono gratuito y nacional habilitado recientemente) o a profesionales cualificados que puedan gestionar esta situación de emergencia.

Este artículo, que te dejamos a continuación, desarrolla con más detalles las ideas aquí expuestas: Pautas para tratar a una persona con riesgo suicida (psicologosprincesa81.com)

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