¿Qué es la comunicación asertiva?

Comunicarse (verbal y no verbalmente) es esencial para hacernos entender y gestionar las emociones, sobre todo las que más nos cuesta expresar. Es algo natural, aunque no nacemos sabiendo cómo hacerlo bien. Requiere aprendizajes concretos.

Una de las habilidades de comunicación clave es la asertividad. Va de la mano de la autoestima. Si nos creemos con derecho de expresar, tal y como somos, sin herir, ni exigir, seremos buenos comunicadores.

La agresividad (comportamiento de dragón) y la sumisión (actitud del ratón) son los otros dos extremos de una mala expresión de necesidades y sentimientos.

Cada una de ellas presenta unas características que configuran nuestra comunicación interpersonal [1]:

– Agresiva:

  • Tiende a generar tensión, lo que no favorece la convivencia positiva.
  • Resulta poco eficaz para conseguir colaboración y cooperación, aunque en algunos casos puede llegar a serlo por temor a las consecuencias o la imposición verbal.
  • Se suele mostrar con una postura erguida, movimientos bruscos de las manos, mirada directa y continuada, expresión facial dura, ceño fruncido, volumen de voz alto, tono fuerte, velocidad al hablar e interrupciones al interlocutor.
  • Falta la actitud de escucha y, por tanto, no se utiliza la llamada “escucha activa”.
  • Se tiende a ignorar a los otros y a invadir su espacio personal, lo que resulta incómodo y amenazador.

– Pasiva:

  • No se toman iniciativas de interacción.
  • Resulta poco eficaz para las relaciones interpersonales y el fomento de la colaboración y el trabajo compartido.
  • Se suele mostrar una postura corporal encogida y retraída, con poco contacto visual, orientando la cabeza y la cara hacia el suelo, con movimientos nerviosos de las manos y pies.
  • Se utiliza un volumen de voz muy bajo, monótono y entrecortado, con muletillas y silencios no controlados.
  • La actitud es de escucha, pero no de forma activa, sino para recibir información o instrucciones y hay una tendencia a alejarse del interlocutor.

– Asertiva:

  • Se emplean adecuadamente las habilidades sociales, para anticipar, prevenir y resolver los problemas de relación interpersonal.
  • Es la fórmula mejor para fomentar la colaboración y el trabajo compartido.
  • La postura corporal es relajada y la mirada directa, pero no desafiante, expresión facial suave y sonriente; los gestos y tono firmes, con volumen intermedio y velocidad de habla que permite entender bien lo que se dice, haciendo un correcto uso de las pausas y silencios.
  • Se utiliza la escucha activa, tanto en lo que respecta a la atención como a la postura corporal, con el tronco inclinado hacia el interlocutor pero sin invadir su espacio personal.

El asertividad es un derecho. Te dejamos un decálogo muy útil:

Algunos de los aprendizajes propios para adquirir asertividad se basan en:

  1. Aprende a decir «no». Ej. Ahora no puedo ayudarte. Mañana igual sí.
  2. Aprende a expresar tus opiniones. Ej. No estoy de acuerdo, aunque respeto tu punto de vista.
  3. Aprende a decir no sé. Ej. Ahora no sé qué decir. Lo voy a pensar y te contesto.
  4. Aprende a pedir ayuda. Ej. Me gustaría que me ayudaras con las compras porque voy demasiado sobrecargada.
  5. Aprende a expresar tus necesidades. Ej. Necesito descansar, quedamos otro día.

Detallamos algunas técnicas asertivas concretas para practicar [2]:

  • Técnica del disco rayado: Consiste en repetir el mismo argumento una y otra vez, de forma paciente y tranquila sin entrar en discusiones. Entiendo lo que dices, pero no estoy dispuesta a hacerlo. Lo siento.
  • Banco de niebla: Consiste en dar la razón al otro y no discutir. El tono de voz es importante, a la hora de transmitir la seguridad que se necesita. ¡Nunca entregas nada a tiempo! Así es, nunca lo hago y veo que eso nos perjudica a todos.
  • Aplazamiento asertivo: Consiste en posponer la discusión para otro momento donde se controle más la situación. ¿ Dónde están lo que dejé ayer aquí? Perdona, ahora mismo no puedo estar atenta a eso, lo miro luego y te digo.
  • Relativizar la importancia de lo que se discute: Se trata de quitar importancia, no entrar en discusión y comprender que ésta no lleva a ningún lado. Quizás esta discusión no tiene tanta importancia como le estamos dando.
  • Técnica de ignorar: No se sigue con el tema pero se da a entender que se está haciendo para evitar un conflicto mayor. No me haces caso…Me voy a comprar que cierran ahora y esto que me dices es demasiado duro.
  • Separar el ser del hacer: Ej. Que diga tonterías no significa que sea tonto.
  • Técnica de la pregunta asertiva: Se basa en que la crítica del otro es bien intencionada (aunque no lo sea). Se le hace una pregunta para que nos clarifique lo que hemos hecho mal y cómo podemos hacerlo bien. Por ejemplo: «Cómo quieres que cambie para que esto no vuelva a ocurrir».

–> Cómo expresar críticas asertivamente

Existen dos técnicas muy útiles para hacerlo: los «Menajes yo» y la «Técnica del sandwich»:

  • Mensajes yo [3]:

La estructura gramatical de los mensajes-yo contiene los siguientes elementos:

– “Cuando…………..(las circunstancias que rodean a una situación o acción) me siento….……(el sentimiento que tienes), porque.………(las consecuencias de esa situación o acción).

– Por ejemplo: “Cuando me dices tú que sabrás”, me siento humillado/a porque veo que no me valoras.”

– Al utilizar los mensaje-yo hemos de hacerlo tranquilos, seguros y sosegados, porque si lo decimos tensos y enfadados se podría interpretar como un mensaje-tú ofensivo y culpabilizador.

Los mensajes-yo se diferencian de los mensajes en segunda persona o mensajes-tú en:

– No suelen resultar ofensivos, ni amenazadores, ni culpabilizadores para quien los escucha.

– No se basan en el reproche.

– No provocan, ni hacen ponerse a la defensiva.

– Ayudan a la persona que los escucha a reflexionar sobre sus actos, a empatizar y a ponerse en el lugar del otro.

Ejemplo del cambio de mensajes tú a  mensajes yo:

“(Tú) estás continuamente faltándome al respeto.”= “Me siento faltada al respeto cuando me hablas así”

“(Tú) no haces tus tareas esperando que te las haga yo.” =  “Siento (yo) que esperas  haga tus tareas.

  • La Técnica del sandwich

Consiste en trasmitir de manera asertiva algo que no nos gusta.

  1. Comenzamos formulando algo positivo, sincero, específico, breve y claro. Ej. Gracias por comentar esto sobre ti. Te agradezco mucho la confianza.
  2. Continuamos comunicando nuestro desacuerdo. Ej. Sin embargo, no me gusta que hables mal de esta otra persona. No puedo apoyarte en eso, ni es mi manera de actuar.
  3. Terminamos con un mensaje o una propuesta positiva. Ej. Seguro que con la capacidad de reflexión que tienes puedes verla de otro modo más constructiva.

Esperamos haberte ayudado a reconocer tu estilo comunicativo y cómo mejorarlo.

[1] Familia con emociones. Pág. 48.

[2] Modificado de https://www.psicologia-online.com/tecnicas-para-desarrollar-la-capacidad-de-la-asertividad-2342.html

[3] Modificado de Familia con emociones. Pág 100.

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