Adolescencia: Desafíos comunes en la configuración de la identidad

La construcción de la identidad durante la adolescencia no está exenta de desafíos. En este periodo crucial, los y las jóvenes enfrentan tensiones internas y externas que pueden dificultar la integración de una identidad coherente y auténtica.

A continuación, se describen algunos de los principales retos que suelen surgir en este proceso.

La adolescencia es una etapa en la que los y las jóvenes experimentan con diferentes roles en un intento de encontrar su lugar en el mundo. Sin embargo, este proceso de exploración puede generar una confusión de roles cuando los y las adolescentes sienten que no logran encajar en ningún molde predefinido. Esta confusión puede estar alimentada por las expectativas contradictorias de la sociedad, la familia y los/las amigos/as, que a menudo imponen estándares rígidos de comportamiento, éxito o apariencia.

Además, la necesidad de ajustarse a estas expectativas externas puede dar lugar a una crisis de autenticidad. Muchos adolescentes sienten que deben adoptar una «máscara» para ser aceptados por los demás, lo que puede alejarles de su verdadero yo. Esto no sólo genera un conflicto interno, sino que también puede afectar su autoestima y bienestar emocional.

Ejemplo práctico: una adolescente que se esfuerza por ser la hija perfecta en casa, la mejor estudiante en la escuela y la amiga más divertida en su grupo puede sentirse atrapada en diferentes papeles que no reflejan su verdadera identidad. Esto puede llevarla a experimentar ansiedad o una sensación de vacío, ya que sus acciones no están alineadas con sus deseos o valores internos.

En muchas ocasiones, los y las adolescentes se enfrentan al dilema de decidir entre cumplir con las expectativas de su entorno o seguir sus propios deseos. Las expectativas externas pueden provenir de la familia, que espera que el adolescente siga una carrera específica o mantenga ciertos estándares culturales; de los/las amigos/as, que pueden influir en su comportamiento y decisiones; o de la sociedad, que impone estándares de éxito, belleza y comportamiento a través de los medios de comunicación y las redes sociales.

Este conflicto puede llevar a los y las adolescentes a reprimir sus verdaderos intereses y aspiraciones para evitar decepcionar a los demás. Sin embargo, esta desconexión entre lo que quieren y lo que sienten que deben hacer puede generar frustración, estrés e, incluso, sensación de fracaso si no logran cumplir con las expectativas impuestas.

Ejemplo práctico: un joven que desea dedicarse al arte pero proviene de una familia que valora las carreras científicas puede sentirse dividido entre su pasión y el deseo de cumplir con las expectativas familiares. Este conflicto interno puede generar dudas sobre su capacidad para tomar decisiones propias y debilitar su sentido de autonomía.

El sentido de pertenencia es una necesidad fundamental en la adolescencia. Los y las jóvenes buscan aceptación en sus grupos de iguales y, en este proceso, pueden llegar a priorizar la identidad grupal sobre la personal. Aunque esta búsqueda de pertenencia es natural y necesaria, puede derivar en conflictos cuando los valores o comportamientos del grupo chocan con las creencias individuales del/la adolescente.

Este conflicto puede manifestarse de diferentes maneras: desde ceder a la presión de grupo para participar en actividades que no le resultan cómodas hasta ocultar aspectos de su personalidad para evitar el rechazo. En casos extremos, los y las adolescentes pueden perder de vista quiénes son realmente en su esfuerzo por encajar.

Ejemplo práctico: una adolescente que valora la honestidad puede sentir la necesidad de mentir o actuar en contra de sus principios para ser aceptada por un grupo de amigos/as. Con el tiempo, esta desconexión entre sus valores y sus acciones puede llevarla a cuestionarse quién es realmente y si vale la pena mantener estas relaciones.

¿Cómo abordar estos desafíos?

Para superar estos retos, es fundamental que los y las adolescentes cuenten con un entorno de apoyo que les permita explorar su identidad de manera segura. Algunas estrategias clave incluyen:

1. Fomentar el autoconocimiento: ayudar a los y las jóvenes a reflexionar sobre sus valores, intereses y emociones les permitirá tomar decisiones más alineadas con su identidad personal.

2. Reducir la presión externa: tanto familias como educadores deben evitar imponer expectativas rígidas y, en su lugar, ofrecer un apoyo incondicional que respete los tiempos y elecciones de los y las adolescentes.

3. Desarrollar habilidades de asertividad: enseñar a los y las adolescentes a expresar sus opiniones y deseos de manera respetuosa pero firme les permitirá establecer límites y proteger su autenticidad frente a las influencias externas. Así pues, los desafíos en la configuración de la identidad son inevitables, pero también representan oportunidades para el crecimiento personal. Acompañar a los y las adolescentes en este proceso con empatía y comprensión les permitirá construir una identidad sólida y auténtica, basada en sus propios valores y aspiraciones.

      Guía financiada por: