Cómo decir adiós desde lejos.

La situación extrema que estamos viviendo está obligando a miles de personas a afrontar escenarios y emociones que hasta ahora parecían inconcebibles. La pérdida de un ser querido siempre es motivo de pena, pero el derecho a la despedida parecía algo indiscutible en la mayoría de los casos. Por eso uno de los aspectos más duros que tiene esta situación es la imposibilidad de pasar con un familiar enfermo sus últimos momentos de vida, como consecuencia de la distancia social que hay que mantener por seguridad.

El proceso de duelo es un proceso psicológico que se produce tras una pérdida, una muerte, un abandono, una ausencia. El dolor por la pérdida viene cuando tenemos una experiencia de interrupción definitiva de algo. En este caso, la imposibilidad de pasar con nuestros seres queridos sus últimos momentos nos deja una sensación de distancia que no podrá ser cubierta. La experiencia personal de enfrentarse a la pérdida es lo que los psicólogos llaman ‘elaboración del duelo’ que nos conduce a la necesidad de adaptación de una nueva situación. Durante este proceso se pueden sufrir diferentes síntomas, tanto emocionales como físicos, como: ansiedad, cansancio, miedo, culpa, confusión, negación, depresión, tristeza, shock emocional, apatía…

Como toda herida, el duelo requiere un tiempo para cicatrizar.

Para ayudar con este proceso de duelo el Colegio Oficial de Psicología de Madrid ha elaborado una guía con recomendaciones sectoriales para hacer un correcto afrontamiento psicológico de esta situación tan extrema de duelo que están afrontando miles de personas.

A continuación, nos señalan algunas recomendaciones que hacen y que pueden ayudarte en este proceso tan duro, pero, sobre todo, dejan claro que lo más importante es respetar tus tiempos.

• Lo que estás sintiendo es algo único, evita compararte con cómo están reaccionando otros familiares y amigos de la persona fallecida.
• Acepta tus emociones, no las intentes reprimir, lo que estás sintiendo es normal, y totalmente válido.
• Ventila tus emociones, exprésate con familiares o amigos que te den confianza y apoyo.
• Déjate acompañar y expresa tus sentimientos, aunque en este momento no te puedas besar y abrazar con ellos.
• Acepta tus limitaciones y comprende que con tu actitud también contribuyes a salvar la vida de otros.
• Coge una hoja y un boli, apunta objetivos realistas, alcanzables, por pequeños que sean, que te motiven, que te ilusionen. Céntrate en utilizar los recursos que en este momento tienes para conseguirlos.
• Dentro de las posibilidades actuales, prepara una despedida de la persona fallecida, recopila fotos, recuerdos agradables, recuerda lo que te ha aportado en el tiempo de vida que has compartido con él o ella y siéntete agradecido por todo lo que has aprendido gracias a esa persona. Comparte con otros familiares y amigos anécdotas y experiencias juntos.
• A los niños que también estén sufriendo la pérdida, explícales lo que ha ocurrido, y cómo van a ser las cosas a partir de ahora, siempre adaptado a su edad. (Aquí algunos tips para afrontar el duelo en los niños)
• Planifícate una rutina, que te ayude a organizar tus horas de sueño, tus horas para comer, el tiempo para hacer las tareas y también para hacer actividades gratificantes.
• Valora la compañía de las personas queridas que siguen contigo, en el día a día, afrontando esta situación juntos.

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