
Trastornos alimenticios en adolescentes: claves para entender la Anorexia y la Bulimia
Marzo 2025
Ayuda al diagnóstico de la Anorexia y la Bulimia
- Anorexia
Las principales características de la anorexia nerviosa son:
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- la negativa a mantener un peso corporal normal o por encima del mínimo saludable,
- un miedo intenso a ganar peso incluso estando bajo peso,
- una distorsión en la percepción de la propia imagen corporal
- y la negación del problema.
Afecta principalmente a chicas jóvenes, con una edad de inicio cada vez más temprana (incluso alrededor de los 10 años), aunque también se observa un aumento en el número de casos en chicos adolescentes (aproximadamente 1 de cada 10). Personas cuya profesión o afición enfatiza la imagen corporal, como modelos, bailarinas, atletas y gimnastas, así como adolescentes muy preocupados por su físico, tienen mayor probabilidad de padecerla. El perfil típico suele ser el de una persona responsable, estudiosa y con tendencia al perfeccionismo.
- Bulimia
Los comportamientos habituales que permiten diagnosticar la bulimia nerviosa incluyen:
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- comer en un período corto de tiempo una cantidad de comida significativamente mayor de lo que la mayoría de la gente comería en circunstancias similares,
- experimentar una pérdida de control sobre la alimentación durante estos episodios y recurrir a comportamientos compensatorios inapropiados para prevenir la ganancia de peso, como vómitos autoinducidos, uso de laxantes, diuréticos u otros medicamentos, ayuno o ejercicio excesivo.
Adicionalmente, se pueden detectar problemas físicos y psicológicos: además de los problemas en el aparato digestivo debido a los vómitos frecuentes (daño al esófago, erosión dental).
Influencia de los estereotipos culturales
La presión de los estereotipos culturales que asocian delgadez con belleza y éxito puede llevar a las personas a buscar alcanzar ideales poco realistas, incluso a través de comportamientos perjudiciales para la salud. La creencia de que «para presumir hay que sufrir» o que «lo que es moda, no incomoda» refleja cómo la sociedad puede normalizar la búsqueda de una imagen corporal idealizada a expensas del bienestar. Esto puede generar en individuos vulnerables un deseo irrefrenable de adelgazar o no aumentar de peso, llegando a desarrollar trastornos alimentarios como la anorexia y la bulimia.
Factores emocionales y de vulnerabilidad
En el caso de la anorexia, a menudo se observan problemas emocionales como baja autoestima y ansiedad, así como dificultad para identificar, aceptar y expresar emociones y necesidades internas. Rasgos de personalidad como rigidez, perfeccionismo, hiperresponsabilidad y necesidad de aprobación también son comunes.
En la bulimia, se encuentra una fuerte relación con el déficit de control de impulsos (como autolesiones, robo y promiscuidad sexual), y los adolescentes suelen experimentar depresión, ansiedad y fuertes sentimientos de culpa relacionados con sus comportamientos alimentarios.
Estrategias para la prevención en jóvenes
Se proponen diversas estrategias, entre ellas:
- Educar en una actitud crítica ante la presión de los estereotipos culturales.
- Potenciar la autoestima de los menores elogiándolos por quienes son y reforzando positivamente su personalidad y habilidades en lugar de centrarse en la apariencia física.
- Plantear metas realistas y alcanzables respecto al físico, favoreciendo una imagen corporal positiva.
- Reforzar que el adolescente se sienta cómodo y no avergonzado durante su proceso de cambio corporal hacia la adultez.
- Adquirir buenos hábitos de alimentación también es fundamental para la recuperación.
Esperemos que estas pautas os sirvan para abordar de la mejor manera estos problemas de Trastorno de la Conducta Alimenticia.
Para más información sobre estos trastornos, os invitamos a consultar nuestra guía «El nuevo reto. Conductas de riesgo en la adolescencia»:


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