Consecuencias del acoso escolar
Si bien el acoso escolar afecta principalmente al alumno o alumna que sufre las agresiones reiteradas de sus compañeros/as, las consecuencias negativas del acoso van más allá. El acoso escolar afecta también al alumnado que observa estas situaciones y que teme ser un objetivo futuro de los/as agresores/as, a los/as propios/as agresores/as que se envalentonan frente a su grupo y que asumen un comportamiento cada vez más problemático, y al clima socioemocional del aula donde conviven profesorado y alumnado.
Así, la existencia de estas situaciones provocará efectos negativos en toda la comunidad educativa.
La violencia en centros escolares perjudica las relaciones sociales, tanto entre alumnos/as como entre alumnado y profesorado, desmoralizan y desmotivan, obligan a focalizar la atención en las medidas a tomar en lugar de poder continuar con armonía con el objetivo de la enseñanza. La violencia genera también un clima escolar negativo, que se traduce en una mayor preocupación de todos y todas por gestionar la situación para recuperar el bienestar y la normalidad cuanto antes. Pensemos que las situaciones de acoso implican un ataque directo a los valores democráticos de la escuela, a los valores de igualdad, tolerancia y paz, desarrollando miedo y conflicto, aspectos incompatibles con los objetivos educativos y de enseñanza en un contexto de respeto mutuo y diálogo.