Elena Marañon, una voluntaria de la Residencia Rosa de Madrid, nos explica cómo ayuda a Sergio 🧸
Sergio es un niño de 4 años, tutelado por la Comunidad de Madrid en la Residencia de Menores Rosa.
Recibe la visita de Elena todas las semanas. Elena entró como voluntaria el pasado mes de noviembre. Nos conoció por internet, y viendo las opiniones positivas que teníamos de otros voluntarios decidió entrar en este proyecto con menores de edad.
¡No es su primera vez como voluntaria! Esta funcionaria de 54 años ya había ayudado en varias asociaciones a discapacitados, pero esta vez quería involucrarse ayudando y ofreciendo su tiempo con algún niño. Se entrevistó con nuestra Responsable de Voluntariado, Isabel, con quien dice haber tenido mucho feeling. Hablaron largo y tendido y en pocos días ya conoció a Sergio.
Desde entonces, visita a Sergio todos los jueves y le ayuda con las fichas de refuerzo. Es pequeño, pero no es un inconveniente: juntos repasan los números, pintan, colorean y a veces leen cuentos, que completan inventándose trocitos de la historia…
Y es que realmente lo importante NO son las actividades que hacen sino el momento que pasan juntos. Explica Elena, que en esta hora que comparten juntos, se crea un clima de confianza y que el niño habla mucho, se abre y cuenta de todo.
A pesar de ser un niño amigable y divertido, tiene semanas en las que está más «revuelto», más nervioso y le cuesta más concentrarse, así que Elena trabaja mucho esto con él, sobre todo en 2 ejes:
- le ayuda a que se tranquilice, trabajando la respiración, para que aprenda a hacer foco en algo y hacerlo bien.
- le intenta subir siempre la autoestima, recalcando todo lo que hace bien, felicitándole, y fijándose en pequeñas cosas que le hacen sentirse mejor. Nos ha contado una anécdota sobre este tema que nos conmovió: un día se fijó que llevaba una zapatillas un poco rotas. En vez que recalcar este detalle negativo le sacó uno positivo: «Qué bonitas son estas zapatillas que llevas, este color amarillo es precioso«. Y el niño se quedó con este apunte, porque a la semana siguiente le dijo: «Elena, mira, mira… hoy también tengo las zapatillas que te gustan…» A veces los detalles marcan las diferencia.
Elena está encantada con Sergio. Ve cómo progresa y cómo ha cogido confianza.
Y parece que Sergio también lo está con ella, le espera todos los jueves como «agua de mayo» y que cuando pisa el patio va a verla, la coge de la mano y se la lleva rápido, como para decirle a los demás «ésta es mía» ..! 🙂
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