Observatorio de familia.
Comportamientos sociales: Indicadores demográficos básicos.
Noviembre 2024
En este volumen V del Observatorio de 2024 examinamos los últimos indicadores relacionados con la natalidad/fecundidad, y la evolución reciente del crecimiento vegetativo de la población española.
Antonio Jesús Sánchez-Fuentes, Instituto Complutense de Estudios Internacionales (ICEI-UCM)
Codirector del Grupo UCM de investigación “Políticas Públicas: Análisis Económico Aplicado”
- Analizamos en este quinto volumen del año las últimas cifras disponibles respecto a indicadores demográficos básicos que ayudan a comprender algunos de los condicionantes del reto demográfico que enfrentamos como sociedad.
- En primer lugar, recogemos indicadores relacionados con la natalidad y/o fecundidad. Seguidamente, estudiamos la evolución reciente del crecimiento vegetativo de la población española, haciendo hincapié en la evolución del pasado año que, como cabe esperar, debe consolidar la estabilización de los indicadores tras el fuerte impacto de la pandemia sanitaria que enfrentamos en/desde 2020.
- En cuanto al número de nacimientos, tras la recuperación de los 2000 hasta la Gran recesión (2008), se consolida la tendencia decreciente que ya significan 200.000 nacimientos menos al año (320.656 nacimientos en 2023, frente a los 519.779 de 2008).
- Se registra también un mayor peso relativo de los progenitores extranjeros que viene propiciado no sólo por los nacimientos con padres y/o madres extranjeras (+14.242) sino por la mayor reducción de nacimientos observada para el caso donde ambos progenitores son de nacionalidad española (-163.252 desde 2005).
- La distribución de nacimientos según edad de la madre indica primero, una caída en el número de nacimientos registrados. En segundo lugar, un desplazamiento de la moda de la distribución hacia la derecha (respecto a 2005), lo que nos dice que se está postergando el momento de tener hijos. En los últimos años además se observa un desplazamiento hacia abajo en las franjas de mayor fecundidad (30 a 40 años) indicando que, tras una primera decisión de postergar, podemos encontrar barreras posteriores que conduzca a la renuncia definitiva a tener los hijos deseados inicialmente. Finalmente, es interesante destacar que la pandemia intensificó si cabe esta tendencia decreciente que, pero aún, no ha vuelto a los niveles previos en los datos de 2023.
- La distribución territorial de nacimientos por comunidades autónomas nos indica que sólo cuatro CC.AA. (Andalucía, Cataluña, Comunidad de Madrid y Valencia) representan un 60% del total nacional, en línea con otros datos poblaciones del caso español.
- En cuanto al crecimiento vegetativo, se observa un deterioro importante del saldo desde 2008, causado, principalmente, por el descenso en nacimientos. Además, esta dinámica se ha visto agudizada por el aumento de defunciones relacionadas con la pandemia sanitaria (+75.073 en 2020, 32.041 en 2021, 45.714 en 2022 y 17.421 para 2023).
- También se observa de forma clara en la distribución mensual de las defunciones el importante impacto en las defunciones de las olas de la pandemia. Así, si bien se observa una mayor regularidad intraanual, también queda patente que durante 2023 el saldo vegetativo se vuelve a situar en línea con los niveles registrados de la pandemia, lo que puede contribuir a acelerar el proceso de envejecimiento de la población española.
- En cuanto al vínculo entre matrimonio y maternidad, se obtiene un incremento del peso de los nacimientos fuera del matrimonio, motivado sobre todo por el comportamiento de las mujeres nacionales (se pasa de un 25% a un 50% desde 2005). Desde 2022, superan esta barrera siendo mayoría.
- Las estimaciones incluidas en últimas proyecciones de población del INE muestran que la migración es una vía clara de mejora de los saldos poblaciones esperados y, por lo tanto, una vía de solución al reto demográfico. Sin embargo, la tendencia decreciente de nuestra capacidad de atracción muestra que no podemos confiar en solucionar de forma plena los problemas demográficos por esta vía.
- En cuanto a la capacidad de reemplazar con nacimientos las defunciones esperadas en cada periodo, registramos un déficit en torno a un 20% para el total nacional que en algunas regiones alcanzan niveles muy preocupantes (en torno al 60%). Al respecto, las comunidades autónomas con peores cifras serían Asturias, Castilla y León y Galicia.
- Las cifras de interrupciones voluntarias de embarazos indican que, tras un ligero repunte en 2011 y un ligero descenso hasta 2014, se ha mantenido una evolución estable hasta 2018, con cifras anuales en torno a 94.000. Tras el descenso observado durante la pandemia, los dos últimos años publicados registran aumentos que llevan a superar la barrera de los 100.000 abortos anuales ya cifras previas a la pandemia (103.097 en 2023).
- Según grupos de edad, podemos observar que los tramos superiores del periodo fértil de las mujeres han incrementado su presencia en este fenómeno desde 2007. También observamos que se ha estabilizado el gran incremento que se produjo desde 2000 a 2010. Asimismo, en el último año, se observa un cierto desplazamiento a edades más jóvenes –de 20 a 30-, que conviven con padres y/o familiares, algo que va en línea con las decisiones sobre fecundidad ya comentadas.
- En cuanto a las causas externas de defunción, los datos muestran que el impacto de la pandemia sanitaria está superado ya que no aparece la muerte por COVID entre las diez primeras causas para ningún grupo de edad considerado.
- En líneas generales, la primera causa de muerte varía sustancialmente para las distintas generaciones. Así, para los niños las afecciones originadas en el periodo perinatal representan el 33,12% de las defunciones. En el caso de los jóvenes, los suicidios (17,10%) y los accidentes de tráfico (15,55%) son los principales desencadenantes. Para los adultos, los suicidios serían la primera causa de defunción (10,16%). Para pivotes y mayores (65-79), la primera causa son los tumores malignos de la tráquea, bronquios y del pulmón (11,37% y 9,91%, respectivamente). Por último, para mayores de 80 años la primera causa ajena a la pandemia sería las enfermedades del corazón (5,22%).
- La evolución temporal del número de suicidios registrados en España en el periodo 2005-2023 registra un nivel promedio anual de 3.500-4.000, con variaciones suaves que guardan cierta sincronía (inversa) con el ciclo económico.
- Según sexo, los resultados nos indican que los hombres están mucho más afectados por los suicidios que las mujeres para todos los tramos de edad, tanto en términos absolutos como en términos relativos (hasta un 4% más del total para las edades más afectadas).
- En términos de evolución temporal, observamos una reducción del número de suicidios para los tramos de edad correspondientes a las generaciones de adultos, pivotes y mayores (45 a 75 años), aunque, por desgracia, con la excepción de los de 30 a 39 años y de 70 a 79 años. La reducción se sitúa en torno al 2-3% del total de la población para los tramos más afectados.