Observatorio de familia.
Volumen V: Comportamientos sociales: Nupcialidad, separaciones y divorcios.
En este Volumen V resumimos tanto el estado actual como la evolución reciente de los principales indicadores recogidos en los últimos datos publicados en la Estadística de Nulidades, Separaciones y Divorcios del Instituto Nacional de Estadística (INE) para el periodo 2021.
Instituto Complutense de Estudios Internacionales (ICEI-UCM) & GEN-Uvigo
Director del Grupo de Investigación “Políticas de Familia de la U. Complutense de Madrid.
– Según su estado civil, la distribución de personas residentes en España en el periodo 2005-2021 muestra que las personas casadas registran el mayor peso relativo (51,1% en 2021). No obstante, la tendencia reciente indica un mayor peso desde 2005 de las personas solteras (un 2.1% más) y separadas/divorciadas (2.9%) frente a las casadas (un 4.3% menos), confirmando el crecimiento de estas últimas frente al matrimonio como modelo de convivencia.
– Para los últimos datos publicados, se observa como el rango de edad más habitual para contraer matrimonio va de 25 a 30 años (con un aumento del peso relativo del 30%) y, a continuación, por el rango de 30 a 39 años (con una subida del 20%). Los divorcios se concentran sobre todo desde los 40 años hasta los 70, y la viudedad, como cabría esperar, se concentra en los últimos años del ciclo vital.
– En el caso de las mujeres, se observa que las casadas registran un mayor peso relativo de inactividad mientras las paradas y ocupadas registran un perfil más similar. Para ellos, estar casado proporciona un diferencial positivo en términos de ocupación.
– Otro patrón identificado -para ambos sexos- es la mayor presencia de parados/as en el caso de estar separado/a o divorciado/a a partir de los 45 años.
– En el caso de las personas viudas, para edades activas más avanzadas, son las mujeres las que más presencia tienen. Así, una de cada cinco mujeres viudas tiene más de 55 años y está inactiva en el mercado de trabajo.
– Para las mujeres, en términos de actividad, estar soltera y/o separada no afecta de forma significativa, mientras que estar casada a los 30 o viuda a los 40/45 años reduce su participación en 10 pp. Para los hombres, se registra una influencia escasa del estado civil.
– En el caso de las mujeres jóvenes, las tasas de paro son mayores para casadas y separadas/divorciadas. Para ellos, estar casado reduce la tasa de desempleo.
– Se observa un descenso pronunciado en la tasa bruta de nupcialidad durante segunda mitad de la primera década de este siglo (hasta 2010) al que ha seguido una evolución estable que ha conservado el indicador en los mismos niveles (en torno a 3.5) hasta la aparición de la pandemia sanitaria del COVID19 (que redujo la tasa en 1.6), recuperándose parcialmente en los últimos datos publicados para 2021.
– El número de matrimonios en 2020 se redujo de forma significativa (-73,900). En cuanto a la forma de celebración, si en 2005 el 60% de los matrimonios eran religiosos (católicos), en 2020 sólo uno de cada diez matrimonios se celebró de esta forma.
– Tras un año tan atípico como el 2020, donde se redujo el número de separaciones (-824) y, sobre todo, de divorcios (-14,445) registrados en España, para 2021 se volvió a la tendencia previa. Posiblemente, tras desaparecer las dificultades añadidas que introdujo los protocolos sanitarios asociados a la pandemia sanitaria.
– El 40% de las nulidades tienen lugar 3-4 años después del matrimonio. Si incluimos la duración del procedimiento como elemento explicativo (el 60% de ellas se dilata más de un año), podríamos constatar que las nulidades se concentran de forma mayoritaria en matrimonios de muy corta duración efectiva.
– En el caso de las separaciones y divorcios, los registros muestran un perfil estable durante el periodo analizado, con una mayor incidencia para matrimonios de más de cinco años (70% del total).
– En cuanto a la duración del procedimiento, alrededor del 50% de separaciones y divorcios se resuelven menos de tres meses y sólo el 10% de ellas se va más allá del año.
– Aquellos matrimonios de más duración (más de 20 años) son los que muestran un nivel de “separaciones legales” superiores a divorcios (20%, aproximadamente). Posiblemente, por razones culturales vinculadas a las personas de edad más avanzada.
– Las separaciones y divorcios tienen distribuciones muy similares, por lo que la presencia de hijos menores y/o dependientes (lo que ocurre en el 60% de los casos) no parece influir en la vía de ruptura elegida.
– Las cifras para 2013 y 2021 indican que más del 90% de los divorcios de 2021 se realizaron sin separación legal previa, una tendencia que ha aumentado desde 2013 (+5.2%).
– Aunque la conflictividad no es despreciable (21.2% de los divorcios se resuelven con un acuerdo contencioso), se sigue mejorando los registros de los divorcios de mutuo acuerdo (+3.4% durante el periodo 2013-2021).
– Uno de cada cinco divorcios incluye custodias compartidas (+13.6% desde 2013) lo que puede favorecer un papel más corresponsable, activo, y cercano a sus hijos por parte de los padres divorciados que favorezca asimismo otros objetivos necesarios, en términos de igualdad hombre-mujer. Por ello, destaca también la diferencia significativa de madres (+26.4% a favor de ellas) que asumen la custodia de los hijos menores y/o dependientes de forma exclusiva.