. Según comunidades autónomas, se registra una gran heterogeneidad en cuanto a los niveles medios de renta registrados, con una variabilidad máxima que supera los 10,000 euros anuales.
. Los hogares formados por dos adultos registran niveles de renta superiores. Además, se observa una asociación positiva entre el número de hijos menores con el nivel de renta promedio.
. En cuanto al riesgo de pobreza, han empeorado más su situación los hogares monoparentales (+11.25%), los no nucleares (+5.7%), y los nucleares con 3 o más hijos (+2.6%).
. La composición del colectivo en riesgo de pobreza nos indica que uno de cada cuatro personas es menor de edad, seguidos de los adultos en edad activa y jubilados (1 de cada 5, aproximadamente).
. Respecto a la carencia material y social severa, los hogares monoparentales (19%) y los hogares nucleares con tres o más hijos (13.2%) son los de mayor incidencia. En el caso de los primeros, con una importante subida respecto al año anterior (+5.2%). Asimismo, aunque aún con niveles más bajos, los hogares nucleares con 1 y 2 hijos han visto aumentada su incidencia de este fenómeno.
. El porcentaje de familias con dificultades económicas en 2021 se ha duplicado respecto a 2008, situándose en el 5.1%. Este aumento afecta más a los hogares monoparentales (8.4%), los nucleares con tres o más hijos (8.3%), seguidos por los otros hogares con presencias de menores (5.1%) y. Son estos tipos de hogares los que, además, mayor aumento han sufrido durante el periodo.
. La proporción de hogares con (mucha) dificultad para llegar a fin de mes se sitúa para los monoparentales y los nucleares con tres o más hijos por encima del 30% en 2020, a pesar de la reducción registrada desde 2008.
. En cuanto a la denominada tasa AROPE, se observa una tendencia negativa (con subidas de la tasa) hasta 2014 (con datos de 2013) cuando se alcanza 30.2% del total. Tras este máximo, se recupera suavemente hasta alcanzar 26.2% con los datos de 2018. Finalmente, se produce un ligero aumento en los últimos datos publicados, al incluirse los peores datos de carencia material y social severa.
. En cuanto al nivel medio de consumo, la evolución reciente muestra una subida los años previos a la Gran recesión. Después, hasta 2014, el gasto medio descendió más de 4,000 € al año, recuperándose posteriormente hasta 2019, donde el gasto medio anual fue de 30,242 €. Tras el último año, donde la pandemia sanitaria y el confinamiento domiciliario impuesto provocó un descenso del gasto medio hasta situarse en torno a 27,000 €, en 2021 se produjo una fuerte recuperación del gasto medio hasta 29,243.61 €.
. Por comunidades autónomas, existe una diferencia de más de 10,000 € entre la de mayor consumo medio anual (Com. Madrid, con 34,326 €) y la del menor (Castilla-la-Mancha, con 24,291 €). Se sitúan por encima del total nacional, Madrid, Navarra, País Vasco, Cataluña, Baleares, Melilla, y Aragón.
. Se mantiene el patrón generacional de los últimos años, con un impacto asimétrico de la pandemia que ha provocado un descenso menor en hogares donde el sustentador principal es joven (5%, la mitad del resto de la población).
. En términos comparados, el factor generacional parece tener un peso mayor que el tipo de hogar en los patrones registrados.
. La presencia y edad de los menores de edad en el hogar es otro factor que, sin duda, condiciona la estructura y el nivel de sus gastos. En todos los casos, la presencia de menores aumenta el nivel de gastos medios registrados, siendo el aumento creciente conforme estos menores se van haciendo mayores.
. En término de la composición del gasto, la vivienda, los alimentos y el transporte acumulan mayores pesos relativos (9,893.03, 4,805.82 y 3,230.17 en 2021, respectivamente).
. En cuanto al impacto de la pandemia respecto a los patrones de consumo, los últimos datos publicados muestran cierta normalización, tras la recuperación de la actividad económica previa. Sólo se observan incrementos positivos para Alimentos y Vivienda mientras que se registran caídas en sectores vinculados al turismo (restauración y la hostelería), el ocio, el de Transportes y la Ropa y Calzado.
. En lo relativo a la vivienda, el mercado español se caracteriza por el alto porcentaje que representa la propiedad, dentro de las distintas alternativas de tenencia, como se desprende del Cuadro 5.1, a pesar del descenso de 5 pp respecto a 2006, situándose en 2021 en el 75.8%.
. Según tipos de hogar, se aprecia cómo los hogares con menor presencia de adultos (unipersonales y, sobre todo, los monoparentales) registran menores tasas de propiedad y, consecuentemente, mayores porcentajes de vivienda en alquiler. En el caso de los monoparentales, desde 2018 se observa una intensidad mayor del trasvase de propiedad a alquiler.
. Según características de la persona de referencia del hogar, la edad parece tener una gran relevancia, poniéndose de manifiesto la mayor dificultad en el acceso a la vivienda propia para los grupos de edad más jóvenes (menores de 45 años), con un cambio de tendencia (a favor del alquiler) que se mantiene desde 2008. El segundo factor que se muestra con mayor relevancia es la nacionalidad, importando no sólo si es nacional sino también, el país de origen de la persona de referencia. Según sexo, si bien la tendencia es común para ambos, se observa un diferencial positivo para los hombres.